En una original subversión del drama bíblico de Caín y Abel, la autora construye una novela policiaca pero también existencial con altas dosis de suspense.
Martín Figueroa es un ingeniero de cuarenta y ocho años. Se crió en un pueblo y luego su familia se mudó a Buenos Aires. Aunque no ha olvidado sus orígenes, el pasado no cuenta en su carrera. Ambicioso e individualista, su meta principal es llegar a los peldaños más elevados de una poderosa empresa metalúrgica.
Este esquema se desdibuja cuando su hermano Nico, unos diez años menor que él, desaparece. La relación entre Martín y Nico, que siempre manifestó inclinaciones bohemias, no solo es la historia de una rivalidad sino dos maneras enfrentadas de entender la vida. A medida que pasan los días sin noticias sobre Nico, algo empieza a removerse en el interior de su hermano mayor, que decide investigar por su cuenta.
Alicia Plante nació en Buenos Aires. En 1970 publicó su primer libro, Asumiendo mi alma (poesía; Ediciones LH). En 1973, invitada por la Universidad de Harvard, grabó poemas inéditos para la biblioteca de esa institución. Trabajó en numerosas traducciones literarias y científicas; entre 1976 y 1980 siguió la carrera de Psicología. En 1990 ganó el Premio Azorín de Novela con «Un aire de familia», que publicó en España la editorial Aguaclara y en Argentina, Ediciones Letra Buena. En 2004 editó «El círculo imperfecto» (editorial Sudamericana). También colabora con «Libros sobre Libros», de México. Desde 1990 dirige talleres de narrativa y poesía.