Mori Ogai (1862-1922) perteneció a la primera camada de intelectuales de la era Meiji (1868-1912) que tomó contacto activo con el mundo europeo. En 1890 publicó su primera novela, La bailarina (Maihime), cercana a la estética romántica. Fundó, además, dos revistas científicas, Nueva Higiene y Nueva Medicina, y una literaria, Lazos, que más tarde cambiaría su nombre por Despertar. En 1910 aparecen sucesivamente Juventud (Seinen), Juego (Asobi), Fasces (Fusuashisu), La torre del silencio (Chinmoku no To), Comedor (Shokudô) e Ilusiones (Môsô). Se trata de premonitorios ejercicios de una vanguardia solitaria, donde combina idealismo y cientificismo, para dar lugar a un «idealismo concreto». Más tarde publica relatos históricos y biográficos. En 1917 es nombrado curador del Museo Imperial y director de la Biblioteca Nacional. Su literatura es especialmente valorada en Occidente.