
Ah Yi. Traducción del chino de Miguel Ángel Petrecca (Adriana Hidalgo)
«En poco tiempo, tuve la sensación de que esa fuerza elástica que pesaba sobre mi cuerpo empezaba lentamente a aflojar. El mundo exterior al que había buscado y conseguido enfurecer, parecía haberse hartado de mí. Con los familiares de la víctima parecía suceder algo similar».
El escritor chino Ah Yi (1976), un expolicía en Pekín, describe en esta novela la sinrazón y cuenta el desconcierto que produce un asesinato porque sí. Una joven aparece muerta. No hay móvil aparente. Hay un joven aburrido que siente el vacío de su vida. Frío, calculador, la sociedad se enfrenta a motivos que no caben en su cabeza y que buscan comprender. Una narración calmada, detallada y con reflexiones morales, de vida y hasta sentimentales crean una novela existencialista. Inquietante por el joven asesino que pone un espejo a la sociedad.