Este brillante ensayo de Nicolas Bourriaud se organiza en torno de problemas como el multiculturalismo, la posmodernidad y la globalización cultural.
Entre esas preguntas hay una que se vuelve acuciante: ¿por qué se ha comentado tanto la globalización desde un punto de vista sociológico, político o económico y casi nunca desde una perspectiva estética? ¿Cómo afecta este fenómeno a la vida de las formas? El radicante puede crecer y desarrollar sus raíces en cualquier tipo de superficie, lo que permite introducir la posibilidad de una ética y una estética de las migraciones: fenómeno clave de nuestra época. La teoría de Bourriaud –en la que entran las identidades precarias, las formas abiertas, la inestabilidad– abre un nuevo campo de trabajo para el análisis y la investigación de las artes.
Crítico de arte francés, dirigió junto con Jerôme Sans el Palais de Tokyo (París) entre 2002 y 2005. Fundador de la revista Documents sur l’art (1992-97). Fue curador del Pabellón francés de la Bienal de Venecia (1990), en el Aperto de la misma bienal (1993) y en galerías y centros culturales de París, Nueva York, Friburgo y San Francisco, entre otras. Fue director artístico de la Bienal de Lyon (2005). Actualmente es curador en el Museo Tate Britain de Londres. Entre sus ensayos se destacan «Estética relacional» (AH, 2006), «Postprodución» (AH,2007) y «Radicante» (AH, 2009)