Narrada con elocuente parquedad, esta primera novela de Claudia Solans brilla en los personajes delineados con gran precisión, en el paisaje, de una presencia novelística inapelable, y en la línea argumental que despliega, en el motivo del viaje, el desciframiento de la propia identidad: alguien que llega al valle sin saber quién es y hace en el valle su elección existencial.
La novela se abre en Tucumán, lugar al que llega la ingeniera Fátima Moran. Su propósito es pragmático: realizar una investigación y finalizar su tesis. No sabe, al llegar, que la espera otro viaje más decisivo, más a lo profundo de esas tierras vacías y despobladas a las que los españoles de la conquista dieron el nombre de valle de Tafingasta, tierras que, imperturbables, siguen gravitando sobre la vida y el destino de los hombres que las habitan. Lugar que atrapará a la protagonista hasta cambiarle la vida.
«…el eje de La visitante reside en la lograda ambientación, gracias a la cual el escenario del Valle de Tafingasta termina siendo el elemento más poderoso de la novela: un espacio que deja una honda huella espiritual en la protagonista y la transforma de visitante en una residente capaz de fundirse con el lugar y experimentar la certeza de una epifanía sobre la infinitud del universo.»
Nacida en Buenos Aires pero tucumana de adopción; Claudia Solans es Licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires, especialista en Literatura Argentina y Latinoamericana.
Es Profesora universitaria y, en la actualidad, dicta talleres de lectura y crítica literaria.
Traductora del portugués ha traducido a importantes escritores brasileños, de la talla de Joao Gilberto Noll o Clarice Lispector. Su libro de cuentos El entierro del diablo obtuvo el primer premio del Fondo Nacional de las Artes. Su volumen de relatos Desterrados (2000) recibió mención en el Premio Casa de las Américas.